Te levantas y miras a tu alrededor, no ves
más que mal, injusticias, guerra, pobreza. Pero tu vida es peor, luchas para sobrevivir
al dolor de tu corazón que te aprieta, intentas ser fuerte y tener un día más,
lo más feliz posible. Es tan duro, y sólo tienes a una persona cerca de ti pero
no es la más indicada, también ella lo está pasando mal, en realidad te ve mal
a ti, pero no necesita que le des explicaciones, te conoce.
Hay alguien más, una persona que desde
lejos te mira aunque no te ve, te siente aunque no te toca, pero sabes que está
ahí, para lo que necesites estará ahí. Pero tú no quieres ver sufrir más a la
gente de tu alrededor, quieres morir aunque sabes que es egoísta, dejarás a
mucha gente sufriendo y llorando, aunque mejor que sufran ahora que no toda la
vida. Tú lo crees así y cada día estas más decidida.
No planeas nada, si lo haces te echarás
atrás. Esperas ese día en que tu corazón no pueda más y pienses que se te va a
parar para hacerlo, aunque no sabes cómo, y de eso no se puede buscar en un
libro o preguntar a la gente, ya se te ocurrirá algo, tienes inteligencia
aunque no hayas podido utilizarla.
Llega ese día, despiertas llorando como lo
llevas haciendo desde aquel día. Tus ojos gritan tristeza y vacío, crees que la
gente te ignora, recibes esa carta fatídica y fatal, todo vuelve a empezar, en
casa nada va mejor y vas a explotar. Hoy es el día, tu cabeza no piensa en
nada, lo hace, de la forma más "normal", te cortas las venas y te
dejas desangrar mientras te bañas, tu último baño…
Cuando te ven, es demasiado tarde, tu
sufrimiento ha acabado, ahora les toca a ellos, has muerto.... 20/10/2004
No hay comentarios:
Publicar un comentario