Como cuando te miras al espejo… ves esas marcas en tu piel por el paso del tiempo, por las situaciones vividas, porque eres así.
Cuando miras tu corazón lo ves, hay quien lo tiene entero, hay quien solo tiene medio, hay quien, como yo, lo tiene lleno de cosidos, remiendos, parches… Y no me canso… no aprendo, no entiendo porque siempre me pasa lo mismo, porque siempre tomo el camino equivocado, porque me falta el valor para buscar realmente lo que quiero, conseguir lo que mi corazón, lleno de parches, necesita y quiere.
A veces, aunque estés rodeado de gente te sientes tan solo que nada ni nadie te anima a buscar lo que te haga sentir mejor, crees que no lo mereces, que tienes lo que te toca y que no vas a tener valor de cambiarlo. Tienes un destino y es lo que te toca y lo tienes tan claro que nada ni nadie te hará cambiar de opinión.
¿Y cómo cambiar esto? Si lo supiera ya lo habría hecho