martes, 17 de julio de 2012

Crónica de un sábado





Después de casi dos semanas planeando el viaje, llegó el día…
Sábado 14 de julio a las 6 y media de la mañana suena el despertador…
-¡Levántate que se hará tarde!
Allá voy yo… ojos pegados, de cabeza a la ducha… Salgo de casa dirección Molina y allí pillo el bus que me deja en Murcia enfrente de la parada del tranvía; nunca me había subido así que saco el billete y la cago, pero bueno, como nadie me lo pide yo me subo igual billete urbano en mano (Debía haber sacado el interurbano, 35ct más caro).

Llego a la Nueva Condomina, apenas son las 8 y media de la mañana y busco la sombra en una mañana ya sofocante con casi 28 grados… Gracias a que había conexión wi-fi y al menos estoy entretenida un rato hasta que abren el centro comercial y me meto dentro a dar vueltas como un hámster en su jaula. Dichoso centro comercial… me perdí de tantas vueltas y al final decidí sentarme en frente de la chica de los peces que se comen la piel muerta.
A las 10 y media de la mañana llegan a por mí y comienza la locura… casi 3 horas de viaje con el Sandevid de patrón del barco. Marea cantando medio viaje; 40 grados a la sombra en Huercal-Overa, pensando que el día sería igual de caluroso… Risas, canciones, Sandevid, y silencio… no se puede madrugar tanto…

A nuestra llegada ya nos estaba esperando María aparcando su coche (tráiler según algunos jajaja) y toca aplastamiento en el asiento trasero del coche… ya empieza el cachondeo… ¿Y el chino? ¿Queda mucho? ¿Has construido el restaurante ya? Vueltas, y redondas, y carretera, curvas y curvas y curvas…

Por fin llegamos a Almerimar, un aire fresquito más rico… y decían que hacía calor… calor forastero, esto es la gloria… Lo primero un refresco, con sándwich de regalo ¡¡¡que viene el avión!!! Abre la boquita… jajajajaja ¡¡Gracias Sara!! 
¿Y el chino? Yo creo que debieron flipar… una vez ya hinchados a arroz algunos descubren las gambas ¡¡¿Qué me has dicho?!! ¡¡Gambas!! Gambas y almejas… ¡y porque no habían más! Jajajaja y risas… ¿Y que podíamos dejar de reírnos? Aquello era imposible… sin aire acondicionado, algunos sudando como si no hubiese un mañana. ¿Dejasteis algo de arroz al menos? ¿Y los petitsuise?  O el helado que se supone que era de pistacho pero sabía a almendra amarga ¡puaj! Pero ya había que salir a fumar… y a tomarse el café… ¿Era cubata o café? Jajajaja ¡¡Cubata!! Pues no… café jajaja que algunos nos íbamos durmiendo ya…

Llega el momento playa… mmmm ¡¡¡no había arena!!! Y yo sin bañador -.- si es que siempre soy la tonta de turno jajaja.
Playa de piedras… con mucho viento, se nos vuelvan las sombrillas… ¡¡Gero eso es tuyo!! Cualquiera salía corriendo con los pies descalzos detrás de la sombrilla… incluso vimos volar una colchoneta y al dueño pasar de ella…
Y quien se metía en el agua luego rezaba para salir jajajaja
-Esperaré a que se haga de noche para salir arrastrándome- jajajajajajajajajaja 
¡¡Eh!! ¿Y doña Sandía? Menuda obra de arte… doña Sandía con hielo y Sandevid… ¿Y las pajotas? ¿Quién se ha llevado las pajotas? Pues nada, a morro… o a hacer experimentos con un vaso… Da igual… ¡Pa dentro!
Y después de un gran viaje, una tarde genial llega el momento que a nadie le gusta… la despedida… nos despedimos esperando volver pronto, a la próxima me llevaré el bañador jajaja. Que viene el camino de vuelta, y empieza el concierto… mientras Ángel duerme (o eso parece) nosotros cantamos al “perro traidor” y cuando despierta… los 4 a cantarle a Warcry con ese “Nada hay bajo el sol que no tenga solución nunca una noche venció a un amanecer”.
¿Quién tenía voz al día siguiente? Y las risas…
No contentos, me dejan en el sitio de recogida, me voy a casa, me ducho y de vuelta a la redonda sinsa, había que acabar ese día a lo grande y que mejor que allí.
Espero que haya más viajes como este, con la mejor compañía, con la mejor música, con risas, con buen humor.

Gracias por el viaje, gracias por haber entrado en mi vida… me habéis hecho ver que hay vida después del sofá… que puedo aún disfrutar, reír y pasarlo genial con vosotros.